La fundación Wellcome encargó este retrato para la apertura de la colección Wellcome.

En 1869, el primer producto de Sir Henry Wellcome, a la edad de 16 años, era
la tinta invisible (de hecho, sólo era jugo de limón), que vendía a través del Garden City Herald. Para celebrar este acto, Luke Jerram creó un retrato invisible de Sir Henry hecho en serigrafía con jugo de limón. Trabajando en colaboración con impresoras en UWE, la técnica tardó varias semanas en perfeccionarse. A cada delegado que asistió a la inauguración se le dio un retrato invisible enmarcado para ser revelada mediante la colocación de la imagen sobre la parrilla durante 2 minutos. Se editaron 1000 piezas.